Somos vanidosos

A veces todos nos obsesionamos con cosas que pueden parecer tontas cuando en ese momento para cada persona no lo son. Las personas piden deseos, y quieren tenerlos ya, sin tener que esperar por ellos. Pero por más que tratemos de apresurar las cosas no llegan, entonces nos desesperamos. Y en casos extremos muchas personas alcanzan un estado de depresión.
Y es que quizás por razones del destino las cosas no siempre salen como planeamos o como queremos. Pero cuando menos te lo esperas llega alguien y te dice algo inesperado que te descoloca, la clave para que todo cambie. Entonces, empiezas a valorarte a ti mismo y eliminar de nuestra vida lo que nos hace más difícil respirar.
Ese alguien te ayuda a superarte y creer, sobretodo creer y tener fe.
Y cuando sucede, cuando por fin nos tenemos a nosotros mismos, la armonía completa en nuestras vidas, entonces llega.
Llega ese algo o alguien que nosotros hemos estado buscando durante tanto tiempo, con lo que hemos soñado siempre, con lo que día y noche nos hemos comido la cabeza hasta invadirnos nuestros sueños y no haber salida.
Lo que anhelamos y lo que queremos a nuestro lado. Lo único que nos puede llevar a otro mundo distinto.

Pero es

extraño pensar que lo que nos falta llegará cuando nos estamos pendientes o cuando no estamos preocupados por eso.

Siendo felices y haciendo felices a los demás, llegará alguien que también nos haga felices.

Es posible que el secreto esté en conformarnos con lo que tenemos hasta poder aspirar a más. Aunque para mí eso es imposible, porque por naturaleza propia y del ser humano, somos vanidosos y

siempre...siempre querremos mas.

Cynthia ☼